Castilla La-Mancha cuenta con 9 espacios naturales protegidos entre Parques Nacionales y Parques Naturales. Aunque en el Quijote solo se mencionan de forma expresa las Lagunas de Ruidera, la Ruta del Quijote presenta al viajero la oportunidad de explorar la fusión que se produce entre literatura y naturaleza en nuestra región. Desde las propias Lagunas de Ruidera, popularizadas por la novela de Cervantes, hasta el majestuoso Parque Nacional de Cabañeros, cada rincón de la Ruta de Don Quijote proporciona una experiencia única para los amantes de la naturaleza y de nuestra rica tradición literaria.
Índice de contenidos
1. Lagunas de Ruidera
Las Lagunas de Ruidera, ubicadas entre Ciudad Real y Albacete, son un conjunto de 15 lagunas interconectadas que forman un espectacular sistema lagunar en Castilla-La Mancha. Este paraje natural, una de las visitas imprescindibles en la Ruta del Quijote, es famoso por sus aguas de tonos azules y verdes y una biodiversidad enriquecedora. Un punto destacado es la Cueva de Montesinos, inmortalizada por Cervantes en su novela, donde se dice que Don Quijote vivió una de sus aventuras más surrealistas. Eso sí, solo se puede entrar con visita guiada.

Las lagunas están rodeadas de senderos perfectos para el senderismo y la observación de aves. La presencia de miradores como el Mirador de la Laguna del Rey, con vistas panorámicas inigualables del complejo lagunar, convierte a las Lagunas de Ruidera en un sitio de interés tanto para amantes de la naturaleza como para seguidores de la literatura clásica. No muy lejos de las Lagunas, no hay que perderse la visita a Argamasilla de Alba, uno de los pueblos más importantes de la Ruta del Quijote.

2. Cabañeros
El Parque Nacional de Cabañeros, ubicado entre Ciudad Real y Toledo, es un destacado refugio de bosque mediterráneo en Castilla-La Mancha. Este parque es famoso por su diversidad de fauna, que incluye especies como el águila imperial ibérica y el buitre negro. Los visitantes pueden explorar sus paisajes a través de rutas de senderismo bien marcadas o mediante rutas guiadas en vehículos 4×4, ideales para avistar fauna. En primavera, el parque se transforma con una floración espectacular y ofrece un espectáculo visual inigualable. El Centro de Visitantes de Casa Palillos proporciona información detallada y exposiciones sobre el ecosistema del parque, enriqueciendo así la experiencia de los visitantes.

3. Tablas de Daimiel
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, situado en Ciudad Real, es un humedal excepcional en España, famoso por su singular ecosistema de tablas fluviales. Este parque es un destino imperdible para los entusiastas del avistamiento de aves, ya que es un refugio para especies como la focha común, el pato colorado y, en invierno, aves migratorias. Los visitantes pueden explorar el parque a través de senderos elevados que permiten una observación cercana sin perturbar el entorno, como la popular ruta de la Isla del Pan.

El centro de visitantes ofrece exposiciones educativas sobre la ecología del parque y rutas guiadas. Las visitas en primavera y otoño son particularmente recomendables, cuando el cambio de estaciones trae nuevas especies de aves y una transformación del paisaje.
4. Alto Tajo
El Parque Natural del Alto Tajo, ubicado entre las provincias de Guadalajara y Cuenca, es un paraíso para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre. Este extenso parque se caracteriza por sus espectaculares cañones fluviales, extensos bosques de pinos y una rica biodiversidad. Es un lugar ideal para la práctica de senderismo, con rutas como la senda de la Hoz de Beteta que ofrece impresionantes vistas de los cañones. Para los entusiastas de los deportes acuáticos, el río Tajo y sus afluentes son perfectos para el kayak y la pesca.

El parque es un hábitat importante para aves raras, como el águila perdicera y el buitre leonado, lo que lo convierte en un destino destacado para la observación de aves. Los visitantes también pueden descubrir pinturas rupestres en algunas zonas del parque.
5. Sierra Norte de Guadalajara
La Sierra Norte de Guadalajara, también conocida como Sierra de Ayllón, se caracteriza por su rica biodiversidad y su patrimonio cultural único en Castilla-La Mancha. Este parque natural abarca 35 municipios y alberga espacios protegidos como el Hayedo de Tejera Negra, el Pico del Lobo Cebollera y la Reserva Fluvial del río Pelagallinas, refugios de especies endémicas y en peligro de extinción. Su geografía varía desde picos que rozan los 2.273 metros hasta valles fluviales, creando un mosaico de ecosistemas que van desde densos bosques de hayas hasta turberas y riberas.
La fauna es diversa, con especies emblemáticas como el águila perdicera y el lobo. En cuanto a la cultura, la arquitectura negra de la región, que utiliza la pizarra como material principal, ofrece un testimonio vivo de la adaptación humana al entorno natural. Pueblos como Majaelrayo, Campillo de Ranas o Valverde de los Arroyos son ejemplos vivos de esta tradición.
6. Calares del Río Mundo y de la Sima
El Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, localizado en Albacete, es conocido por su impresionante fenómeno natural: el nacimiento del río Mundo, una cascada espectacular que emerge de una cueva y es especialmente caudalosa tras lluvias intensas. Este parque es un destino ideal para los aficionados al senderismo, con rutas como la del propio nacimiento del río Mundo. El parque es un hábitat clave para aves rapaces como el águila real y el halcón peregrino, lo que lo convierte en un punto de interés para los observadores de aves.

La zona también es popular para la espeleología, con varias cuevas y simas que pueden explorarse con guías expertos. Para los visitantes interesados en la geología y la historia natural, el Centro de Interpretación del parque brinda exposiciones y recursos educativos.
7. Barranco del Río Dulce
Situado en la provincia de Guadalajara, el Parque Natural del Barranco del Río Dulce es un espacio de gran belleza paisajística y ecológica. Este parque es conocido por sus impresionantes cañones y valles esculpidos por el río Dulce, lo que lo convierte en un escenario perfecto para el senderismo y la observación de aves. Un lugar destacado dentro del parque es Pelegrina, con su castillo medieval en ruinas que ofrece vistas panorámicas del barranco. La ruta de senderismo que parte desde el pueblo de Pelegrina sigue el curso del río y es ideal para apreciar la flora y fauna local, incluyendo aves como el buitre leonado y el águila perdicera.
El parque también ganó fama por ser uno de los lugares favoritos del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente para filmar sus documentales. Por otro lado, los pequeños pueblos que salpican el parque, como Aragosa y La Cabrera, ofrecen una muestra encantadora de la arquitectura y la vida rural de la zona.
8. Serranía de Cuenca
El Parque Natural de la Serranía de Cuenca, situado en la provincia de Cuenca, es un espectacular espacio natural conocido por sus impresionantes formaciones geológicas y su rica biodiversidad. Uno de los principales atractivos del parque es la famosa Ciudad Encantada, con una serie de formaciones rocosas calizas que han sido moldeadas por la erosión en formas caprichosas. El parque también es un destino popular para actividades al aire libre como el senderismo, con rutas como la que conduce a la Laguna de Uña, un lugar perfecto para la observación de aves acuáticas. Los amantes de la escalada encuentran en las paredes de roca caliza del parque un desafío atractivo.

La Serranía de Cuenca, por otra parte, es rica en arte rupestre, con varios sitios, como la Cueva de la Ramera de Beteta, que ofrecen una ventana a las expresiones artísticas prehistóricas. Para los visitantes interesados en la cultura y la historia, el cercano Parque Arqueológico de Segóbriga y la ciudad de Cuenca, con su famosa arquitectura colgante, complementan la experiencia natural.
9. Valle de Alcudia y Sierra Madrona
El Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona se ubica en la provincia de Ciudad Real. En el Valle de Alcudia, las extensas dehesas son el hogar de encinas centenarias, mientras que Sierra Madrona ofrece un paisaje de montaña con una rica biodiversidad. Este parque es refugio de más de 160 especies de aves, como el águila imperial ibérica, el buitre negro o la cigüeña negra, y mamíferos como el lince ibérico, el lobo y la cabra montesa. Entre los árboles emblemáticos destacan la encina milenaria y el roble «el Abuelo».
El parque también cuenta con importantes puntos de interés geológico y vulcánico, representados por el Monumento Natural de Los Castillejos Volcánicos, la Laguna Volcánica de La Alberquilla y el Volcán de Alhorín. Las microrreservas de murciélagos en el Túnel de Niefla y otros sitios añaden valor a su conservación. Las áreas recreativas como San Isidro y Fuente del Almirez ofrecen espacios para el disfrute y la observación de la naturaleza en este entorno único.