La Ruta del Quijote te invita a sumergirte en un viaje por la historia, la literatura y la pintoresca belleza de La Mancha, una región que ha cautivado corazones y mentes durante siglos. En este artículo exploraremos los pueblos más bonitos de la Ruta del Quijote, desde Villanueva de los Infantes, con sus históricas calles, hasta El Toboso, hogar de Dulcinea, pasando por algunos de los molinos de viento que inspiraron a Miguel de Cervantes. Estos pueblos no solo son testigos del legado de Don Quijote de La Mancha, sino también de la rica tradición cultural y social de Castilla La-Mancha.
Índice de contenidos
1. El Toboso
El Toboso, inmortalizado en la obra de Cervantes, es un destino turístico que atrae por su profunda conexión con la novela. Este encantador pueblo, visitado por figuras como Galdós, ofrece una experiencia única, siguiendo los pasos de Don Alonso Quijano y su amada Dulcinea. Las calles del Toboso, adornadas con citas de la novela, guían a los visitantes hacia puntos clave como la Casa-Museo de Dulcinea, el Museo Cervantino o el Museo del Humor Gráfico Dulcinea, donde se celebra la magistral obra de Cervantes.

Más allá de su conexión literaria, El Toboso alberga tesoros arquitectónicos como el Museo-Convento de las Trinitarias, una joya del estilo herreriano con una impresionante colección de arte del siglo XVII, y la iglesia de San Antonio Abad, notable por sus portadas renacentistas y bóveda gótica. Las rutas temáticas del pueblo, incluyendo la monumental, la nocturna, la de los pozos y, por supuesto, la literaria, ofrecen una exploración ordenada y enriquecedora de sus atractivos. La ruta literaria es particularmente destacada, siguiendo las descripciones cervantinas hasta llegar a la histórica casa de Ana Martínez Zarco, supuesta inspiración para Dulcinea.
2. Campo de Criptana
Campo de Criptana, ubicada en la provincia de Ciudad Real, es célebre por su emblemática estampa de molinos de viento elevándose majestuosos sobre la localidad. Además, este municipio ofrece una visión auténtica de La Mancha tradicional, con su pintoresco barrio Albaicín Criptano, caracterizado por calles estrechas y empinadas, casas encaladas de blanco con zócalos añiles y una arquitectura típica manchega.

Los molinos de Campo de Criptana, declarados Bien de Interés Cultural (y algunos como Infanto, Sardinero y Burleta, también reconocidos como Monumentos de Interés Histórico y Artístico), son una de las visitas imprescindibles en la Ruta del Quijote. Según estudiosos cervantistas, fue aquí donde se desarrolló la famosa aventura de los «gigantes» en el capítulo VIII de la primera parte del Quijote. No hay que perderse, en el molino «Culebro», el Museo Sara Montiel, oriunda de Campo de Criptana.
3. Alcázar de San Juan
Alcázar de San Juan, también en Ciudad Real, es otro pueblo famoso por su vínculo con Miguel de Cervantes, reforzado por el hallazgo de una partida de bautismo en su nombre en la iglesia de Santa María la Mayor. Esta ciudad destaca por su patrimonio arquitectónico y literario, con lugares como la Plaza de Santa María, donde se encuentra la estatua de Cervantes, y la mencionada iglesia, que mezcla estilos románico, mudéjar y barroco.

Otros puntos de interés incluyen la Posada de Santo Domingo, que alberga el Museo Municipal con valiosos mosaicos romanos, y el Palacio del Gran Prior, con su torreón almohade. Además, la ciudad cuenta con iglesias notables como San Francisco y la Santísima Trinidad, así como el Convento de Santa Clara, un monumento histórico-artístico.
4. Argamasilla de Alba
Argamasilla de Alba, en la provincia de Ciudad Real, es un lugar clave en la ruta del Quijote, famosa por ser (posiblemente) el «lugar de la Mancha» del que Cervantes no quería acordarse. Entre sus atractivos destaca la Casa Cueva Medrano, conocida por haber sido la prisión donde Cervantes empezó a escribir su célebre obra. Otro punto de interés es la Casa del Bachiller Carrasco, una típica casa castellano-manchega que, según la tradición, perteneció al personaje del mismo nombre en el Quijote.

La iglesia de San Juan Bautista, iniciada en el siglo XVI, también merece una visita; su arquitectura de planta de salón y la capilla de la Virgen de la Caridad con el cuadro exvoto de Rodrigo Pacheco de 1601, refuerzan la conexión del pueblo con la obra de Cervantes. El paseo por el pueblo lo ameniza el Canal del Gran Prior, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. No muy lejos de Argamasilla, por cierto, no os podéis perder las Lagunas de Ruidera, uno de los parajes naturales más bonitos de la Ruta del Quijote.
5. Villanueva de los Infantes
Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, es reconocida por su rica arquitectura, ejemplarizada en la Plaza Mayor del siglo XVII, que constituye el núcleo monumental de la ciudad. Destacan en ella la iglesia de San Andrés y la Casa Rectoral. La localidad también presume de edificaciones notables como el Hospital de Santiago, de origen medieval, la Alhóndiga con su patio, y la Casa del Arco, conocida por su detallada fachada.

Además, cuenta con importantes sitios como la Casa de los Estudios y el palacio del Marqués de Entrambasaguas. En el ámbito religioso, sobresale el Convento de Santo Domingo, donde falleció Quevedo (su tumba se halla en la iglesia de San Andrés). Villanueva de los Infantes es parte de la red de «Los pueblos más bonitos de España».
6. Mota del Cuervo
Mota del Cuervo, apodada «El balcón de La Mancha«, es célebre por su ubicación elevada y sus emblemáticos molinos de viento. Este pueblo manchego tiene una rica herencia arquitectónica, como se puede ver en el Hospital de los Pobres del siglo XVI, la Plaza del Mercado (o del Coso) del siglo XV, y el Ayuntamiento, ubicado en un antiguo convento franciscano. La arquitectura religiosa también tiene un papel destacado con el convento de los Trinitarios y la iglesia de San Miguel.

Además, la tradición alfarera se manifiesta en el barrio de las cantarerías y el bien conservado Pozo de las Nieves. Eso sí, los molinos de viento, vigilantes de la llanura, son el principal atractivo turístico, simbolizando la esencia de Mota del Cuervo y su profunda conexión con la obra de Cervantes.
7. Tembleque
Tembleque, emblemática villa manchega, es popular por sus brillantes fachadas blancas y su notable Plaza Mayor, joya del barroco popular del siglo XVII, utilizada históricamente para espectáculos taurinos y diseñada al estilo de los corrales de comedias. Destaca también por su arquitectura religiosa, especialmente la ermita de la Vera Cruz del siglo XVIII, con su única planta octogonal y cúpula. Importantes también son la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico de transición, y edificaciones civiles como la Casa de las Torres y la Casa de Postas, que reflejan la tradicional estética manchega.

8. Consuegra
Consuegra, en Toledo, es un pueblo histórico cuyo corazón es la Plaza de España, donde destacan el Ayuntamiento del siglo XVII y la Torre del reloj. Su patrimonio arquitectónico también incluye el Palacio de San Gumersindo, el edificio de ‘Los Corredores’, ahora Museo Arqueológico Municipal, y destacadas construcciones religiosas como la ermita del Santísimo Cristo de Veracruz y la iglesia parroquial Santa María la Mayor.

Pero si por algo es famosa Consuegra es por su imponente Castillo de Consuegra, de arquitectura militar sanjuanista, y por los icónicos molinos de viento del cerro Calderico, que evocan de nuevo la famosa escena de Don Quijote contra los gigantes.
9. Puerto Lápice
Puerto Lápice está ineludiblemente vinculado al Quijote, pues es mencionado en la novela en varias ocasiones. Este pueblo, con sus casas encaladas y arquitectura típicamente manchega, mantiene viva la esencia de la obra cervantina. La Plaza de la Constitución, con sus soportales de dos plantas apoyados en madera pintada de color almagre, es un ejemplo representativo de la arquitectura local y de la influencia literaria.

Por otra parte, las ventas tradicionales, fundamentales en la historia del pueblo, continúan operando, manteniendo vivas las tradiciones y la atmósfera de la época de Cervantes. Un atractivo distintivo de Puerto Lápice es La Sierrecilla, un cerro cercano donde se han restaurado dos molinos de viento, añadiendo un toque característico al paisaje y reforzando su conexión con el legado de Don Quijote.
10. Almagro
Almagro, ubicado en el Campo de Calatrava (Ciudad Real), destaca por su rica herencia cultural y su famoso Corral de Comedias del siglo XVII, el único que se ha mantenido intacto y activo desde su origen, y escenario del famoso Festival Internacional de Teatro Clásico. Declarado Conjunto Histórico Artístico, en Almagro sobresale su bella Plaza Mayor y numerosos edificios religiosos de gran riqueza artística, como el convento de la Encarnación o la iglesia de la Madre de Dios. Almagro también forma parte de la red «Los pueblos más bonitos de España».
